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Introducción del Papel de los padres ante la carrera deportiva de sus hijos
El entrenador es un referente para los jóvenes, pero los padres también, ya que pueden llegar a convertirse en un trampolín hacia el desarrollo personal de sus hijos o en un auténtico lastre. Por eso vamos a analizar el papel de los padres ante la carrera deportiva de sus hijos
Por eso, es importante que los futuros gestores deportivos conozcan cuál es el papel y el comportamiento que los padres deben tomar respecto a la carrera deportiva de sus hijos. Solo de esa forma se podrán gestionar situaciones conflictivas con el comportamiento de los padres respecto a sus hijos en el deporte.
El papel de los padres ante la carrera deportiva de sus hijos
Los padres, tal y como ya se ha comentado en la introducción de este artículo, ejercen una gran influencia sobre los menores. De ahí que sea importante que los primeros tomen conciencia del poder que tienen sobre sus hijos para utilizarlo de una manera constructiva. Tal y como muchos expertos en psicología y coaching deportivo recomiendan, el punto medio es el más interesante para los padres. Es decir, es correcto y necesario que se impliquen en la carrera de sus hijos (que los acompañen, que se interesen y que tomen partido) pero que no lo hagan de una forma efusiva. De alguna forma, los padres deben convertirse en un modelo de comportamiento para sus hijos, independientemente del éxito o el fracaso que estos tengan en su vida deportiva.
Las medidas que los padres deben adoptar para favorecer el desarrollo personal de sus hijos son, principalmente, las siguientes:
• Aportar equilibrio emocional a los menores: estos se encuentran en una edad de cambios y desarrollo físico y personal. De ahí que sea necesario que los padres sepan interpretar los sentimientos de sus hijos y no cambien sus actitudes, comportamientos o rutinas en función de la victoria o la derrota del menor en el terreno de juego.
• Escucharles: aunque parezca mentira, muchos padres ignoran a sus hijos. Piensan que saben lo que ellos necesitan y ese puede ser un error fatal, ya que la frustración del menor – en el caso de que la haya – puede ir en aumento.
• Animarles a tomar decisiones: el deporte sirve, además de para el desarrollo físico y social, para potenciar el desarrollo personal de los niños y niñas. Es un escenario ideal para que los padres estimulen la capacidad de decisión de sus hijos animándoles a tomar la iniciativa.
• Hablar: por último, de la misma manera que escuchar lo que los menores dicen y sienten, también es importante hablar con ellos. Establecer una relación de confianza es vital a la hora de que el niño sea sincero y demuestre aquello que siente respecto al deporte que practica.
En definitiva, el papel de los padres tiene que ser el de estímulo para ayudar a mejorar y triunfar tanto en el ámbito personal como deportivo a sus hijos. Los padres que no tienen claro ese papel, pueden llegar a convertirse en la mayor dificultad para el éxito de los jóvenes. De hecho, los casos en que los padres tratan de que su hijo triunfe en el deporte de élite a toda costa son un buen ejemplo. Este tipo de situaciones acaban por generar un estrés al niño que acaba minando su autoestima.
Para entender esas situaciones conflictivas en cuanto al comportamiento de los padres, resulta muy importante entender cuáles son las motivaciones que, por norma general, todos los padres adoptan con mayor o menor fortuna.
El caso de los padres que creen que sus hijos son estrellas
Algunos padres muestran un gran interés porque sus hijos lleguen a ser deportistas de élite, transmitiéndoles una presión innecesaria para la edad. Existen muchas causas que pueden explicar este comportamiento, pero las más importantes son las siguientes:
• Los padres que han sido deportistas de élite suelen tener un interés emocional con el hecho de que sus hijos o hijas sigan sus pasos. De igual forma ocurre con los hijos, que sienten desde pequeños ese extra de motivación por reproducir los pasos de sus progenitores. En estos casos existe el peligro de sobrevalorar el objetivo de llegar a ser profesional, pudiendo llegar a provocar situaciones de gran frustración.
• Otro patrón muy extendido es el de los padres que sienten frustración por no haber podido llegar a ser deportistas de élite. Por eso, consideran que sus hijos deben llegar a hacer y ser aquello que ellos no pudieron, transmitiendo una presión excesiva a los niños en edades de desarrollo y de inmadurez.
• También es frecuente encontrar padres que no muestran ningún tipo de interés por la carrera deportiva de sus hijos, un hecho a tener en cuenta por los entrenadores a la hora de enfocar los posibles conflictos que surjan y en los que se necesite mediación paternal.
• Otros padres quieren que sus hijos comiencen un deporte para evitar que, cuando crezcan, se alejen de malos hábitos saludables (droga, bebida…). También podrían incluirse aquí los padres que tienen intereses vinculados con la salud.
Los diferentes intereses que tienen los padres respecto a la carrera de sus hijos influyen de forma directa en su comportamiento. Como ya se ha comentado anteriormente, las reacciones de los padres pueden potenciar o menguar el crecimiento personal de los hijos, independientemente de lo buenos que sean en un deporte concreto
Qué debe esperar un entrenador o gestor deportivo del comportamiento de los padres
Los padres también pueden ser coachs de sus hijos, y no solo los entrenadores deportivos que tengan. El problema es que existe poca información al alcance de los padres para gestionar las emociones de jóvenes en pleno desarrollo físico y emocional, y muchos se encuentran perdidos en esta tarea.
Estos son algunos consejos conductuales mediante los que los padres pueden potenciar los beneficios del deporte para sus hijos desde un punto de vista emocional:
• La creación de falsas expectativas con comentarios del tipo “este niño es un crack” o “vas a meter 3 goles hoy”, son negativas ya que se crea una presión excesiva en el niño que puede traducirse en una disminución de su autoestima.
• Si los niños no quieren hacer deporte o no les gusta uno en concreto, es mejor no obligarles a hacerlo o las consecuencias pueden ser muy negativas para su desarrollo.
• Es crucial saber valorar el trabajo y el esfuerzo del niño, y no solo el resultado. Por eso, independientemente de una victoria o una derrota, la familia no debería de cambiar sus hábitos después de la competición.
• Es importante que los padres se aseguren de que los entrenadores deportivos de sus hijos sean personas capacitadas para gestionarlos. El coaching es un elemento imprescindible a estas edades, y un punto muy a favor para su desarrollo.
• No hay que cuestionar las decisiones de los árbitros, ya que los padres son el espejo en el que se miran los niños. Si se hace eso, es muy probable que los niños reproduzcan los comportamientos de sus padres y desacaten las normas de los colegiados.
• Es bueno que se eviten ciertas palabras, gestos y expresiones malsonantes cuando se habla de deporte, principalmente delante de los hijos.
• Inculcar a los hijos que participar en el deporte es mucho más importante que las victorias o las competiciones es la mejor opción en edades tempranas.
• Transmitir a los hijos una idea crítica del deporte de masas y de la imagen que nos llega de los deportistas de élite a través de los medios de comunicación les ayudará a entender mejor el mundo en el que se desenvuelven.
• Valorar de forma justa y positiva la aportación del menor en el juego colectivo del equipo también es un comportamiento deseable para potenciar la autoestima del niño/a.
En definitiva, los padres, igual que los entrenadores, son muy importantes en el desarrollo deportivo de sus hijos. Los entrenadores o gestores deportivos, además, tienen que saber lidiar con ellos para mantener una comunicación activa y constructiva que sea beneficiosa para el desarrollo de los menores.
Conclusión del Papel de los padres ante la carrera deportiva de sus hijos
El comportamiento de los padres cuando sus hijos hacen deporte ejerce una gran influencia en el desarrollo de los hijos. La utilización de expresiones malsonantes, de gritos o de cambios en la rutina en función de los resultados del niño/a pueden alterar enormemente su equilibrio emocional. De ahí que sea importante que los padres tomen conciencia de su papel en la carrera deportiva de sus hijos y se impliquen para potenciarlo positivamente.