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Introducción al “entrenador-coach en el deporte de base”
El deporte base es crucial a la hora de formar deportistas íntegros, independientemente de si llegan a ser atletas de élite o no. Para ello, la figura del entrenador-coach en el deporte de base adquiere una importancia crucial. Gracias a este tipo de entrenadores, que además de enfatizar en el rendimiento deportivo, dan una gran importancia al aspecto psicológico y emocional, la formación de los niños es mucho más completa.
Tradicionalmente, el deporte base ha estado relacionado con la preparación física hacia el rendimiento deportivo. Pero las últimas investigaciones en cuanto a liderazgo han demostrado que, en edades tempranas, lo más efectivo es enfocar el entrenamiento desde una vertiente individual y colectiva, emocional y física. Y ese es precisamente el objeto de este artículo: mostrar a los futuros gestores deportivos la importancia de aplicar técnicas de coaching en el deporte base y algunas de las claves para entender el por qué es importante reforzar el aspecto psicológico de los niños durante su formación como deportistas. .
Las razones de los niños para practicar deporte
La elección de un determinado deporte cuando se es niño está motivada por diferentes razones. Pero será la figura del entrenador, y los planteamientos que realice, quien haga decantar la balanza del niño para seguir practicando deporte a lo largo de toda su vida. Por desgracia, esta es la razón por la que muchos menores abandonan deportes: la falta de motivación y la sobreexposición en entrenamientos enfocados exclusivamente al alto rendimiento en edades tempranas.
Según los expertos, las razones por las que un niño escoge hacer deporte (y, principalmente, uno en concreto) son las siguientes:
• Motivos intrínsecos: son aquellos que escoge el propio niño. Es decir, es el joven deportista quien elige practicar un determinado deporte porque le gusta, le despierta emociones positivas y tiene afición. En este tipo de casos los jóvenes buscan divertirse y emocionarse con el reto de practicar el deporte que más les gusta.
• Motivos extrínsecos: son razones que no vienen directamente originadas en el menor. La competición, el afán de agradar a los suyos o el premio son algunos de los motivos por los que algunos menores comienzan a hacer deporte.
• Motivos sociales: finalmente, se encuentra el tercer grupo de jóvenes, que escogen hacer deporte para fortalecer sus relaciones sociales: hacer amigos o disfrutar haciendo grupo.
El papel del coach debe ser el de “trampolín”
Un entrenador debe centrarse principalmente en fortalecer las razones internas de los jóvenes deportistas para conseguir que su amor por el deporte perdure a lo largo del tiempo. Y, para ello, un coach debe potenciar la motivación intrínseca de sus pupilos en base a dos aspectos primordiales:
• Empatía: el entrenador-coach debe tratar de fomentar una relación de confianza con los jóvenes deportistas, ya que si lo consigue, logrará que la motivación e implicación de los atletas sea máxima.
• Trabajo por objetivos: gracias a la empatía, de la que se habla en el punto anterior, el coach puede obtener un efecto palanca si trabaja por objetivos. Gracias a esta forma de entender los entrenamientos deportivos, se incentiva el afán de superación y el esfuerzo en los niños y niñas deportistas.
Pero el papel del coach es mucho más complejo que todo esto, ya que su importancia en el desarrollo personal y deportivo de los niños tiene que trascender a un momento concreto. Se debe, por lo tanto, tratar de asentar esa forma de entender el deporte para que se reproduzca a largo plazo durante toda la vida deportiva de esa persona.
El papel del entrenador-coach en el deporte de base. Pilar fundamental.
El coaching, por lo tanto, resulta una fuente de motivación para los menores mediante la que los entrenadores logran mayor competitividad y rendimiento. De ahí que los tres pilares fundamentales – desde un punto de vista emocional – para un coach de categorías inferiores sean tres: el conocimiento, la competencia y la psicología para lograr sacar el mayor potencial de los niños y niñas que entrena.
Para conseguir estos resultados, un coach debe conseguir gestionar su propia persona de manera eficiente. Si lo hace, podrá canalizar tanto los buenos como los malos momentos de una forma constructiva para el grupo. Este tipo de entrenadores-coachs se caracterizan por tener una visión del trabajo triunfadora y holística, que se identifica principalmente por estos factores:
• Un coach en el deporte base debe tratar de potenciar el talento individual y también colectivo. El mensaje de equipo, en el que una suma de unidades y talentos individuales consiguen grandes logros, debe ser la idea principal de este tipo de coachs en categorías inferiores.
• Para lograr un rendimiento óptimo en el desempeño deportivo, un entrenador-coach no solo trabaja sobre aspectos físicos. También lo hace desde una perspectiva psicológica, trabajando la autoestima y el autocontrol de los jóvenes deportistas que tiene a su cargo. A la larga, esta forma de entender el deporte reportará mejores resultados deportivos y una visión de la vida mucho más equilibrada a los menores.
• De la misma manera que se trabajan aspectos físicos y psicológicos, un coach siempre trabaja de forma constante sobre la mejora de competencias, aptitudes, actitudes y comportamientos éticos de los niños y niñas que entrena. Estos aspectos son igual de importantes que los atléticos, ya que dotan a los jóvenes de una capacidad de superación que hace sacar lo mejor de ellos mismos en momentos críticos de la competición, pero también de la vida.
• Este enfoque debe ir siempre encaminado hacia un desarrollo deportivo, pero también personal. Los entrenadores-coachs en edades tempranas deben tener muy presente que los niños se están formando, y que ellos también son parte imprescindible de su desarrollo como personas adultas. Lograr inculcar una serie de valores deportivos y humanos a los menores será la gran diferencia entre el éxito y el fracaso en el deporte base, y los coachs tienen mucho que decir en este aspecto.
• Por último, los entrenadores-coachs se diferencian de otros entrenadores tradicionales en el trabajo de la autoestima de los deportistas.
Para lograr estos objetivos en su forma de entrenar y gestionar a los jóvenes deportistas, un entrenador-coach debe conseguir también una serie de habilidades y aptitudes desarrolladas a lo largo del tiempo.