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APPS PARA LA OFERTA DEPORTIVA DE CLUBS
La evolución constante de las Tecnologías de la Información y la Comunicación genera nuevos productos informáticos, que pueden aplicarse a todos los ámbitos de la imaginación humana. Un buen ejemplo de esta realidad, es el mercado emergente de las aplicaciones para dispositivos móviles. El desarrollo del software especializado en estos terminales, la invención de APPS para la oferta deportiva de clubs es una de las actividades preferidas por los emprendedores que crean empresas en este sector.
El deporte debe estar pendiente de estos avances, para buscar sinergias que supongan un valor añadido en su oferta multidisciplinar. La mayoría de los gestores han demostrado que saben adaptarse a los avances de Internet y a la creación de un mundo 2.0, con la aparición de las redes sociales. Tener presencia en el mundo virtual resulta fundamental para conseguir el éxito en el mundo físico. Por eso, es necesario conocer las peculiaridades de las nuevas herramientas, para poder invertir recursos y dedicación de una forma correcta.
¿Qué es una aplicación para dispositivos móviles?
APPS PARA LA OFERTA DEPORTIVA DE CLUBS
Las APPS para la oferta deportiva de clubs ya se han integrado en muchos ámbitos de la gestión deportiva. Las iniciativas más importantes son las de las grandes marcas del deporte, tanto de equipos deportivos como de equipamiento. A pesar de que los mejores resultados proceden de las empresas con más potencial económico, también existen ejemplos de entidades modestas, que han sabido encontrar respuesta a sus necesidades con inversiones más reducidas. En las siguientes líneas se exponen algunos de los ejemplos más destacados de este sector.
-Aplicaciones para facilitar la práctica deportiva: Las personas que quieran realizar alguna actividad física cada vez lo tienen más fácil, gracias a la orientación de algunas aplicaciones que han tenido mucho éxito en los últimos años. Ayudan a tareas como la planificación de un entrenamiento, el diseño de rutas para las actividades al aire libre, la cuantificación del gasto calórico en el ejercicio, o el almacenamiento de estadísticas personales. Para llevar a cabo estas acciones, resulta fundamental la ayuda de otras técnicas, como la orientación mediante redes GPS, o la obtención de datos biomecánicos a través de chips que se instalan en la ropa deportiva. Las grandes marcas de material deportivo han sabido aprovechar las oportunidades de este nuevo mercado, y se han situado a la vanguardia en el desarrollo de aplicaciones. Buscan ofrecer un mejor servicio postventa al cliente, ya que, por ejemplo, lo guían en el uso de las prendas o zapatillas adquiridas, además de recomendarle rutinas de ejercicio. Al mismo tiempo, estas empresas pueden obtener una información privilegiada sobre los hábitos del cliente. Es habitual que estos compartan los datos completos del ejercicio realizado, incluyendo la hora, la duración, o la distancia recorrida y el ritmo. Si se realiza una correcta interpretación de estos valores, el desarrollo de futuros productos puede adecuarse mejor a las necesidades de quienes van a utilizarlos. También es muy importante la interrelación entre estas aplicaciones y las redes sociales. El uso de estos programas asociado a la práctica deportiva genera unos datos que, con frecuencia, se comparten en redes sociales. Los usuarios se comparan unos con otros, se retan o forman círculos de intereses compartidos. Se crea una comunidad que estrecha lazos entre deportistas y que, además de hacer más atractivo el ejercicio físico, puede contribuir a mejorar la imagen de la marca que pone en marcha la aplicación.
-Aplicaciones para gimnasios y centros deportivos: Muchos gimnasios también se han dado cuenta de las posibilidades de desarrollo del producto. Por ello, han impulsado el desarrollo de software destinado a mejorar la experiencia del usuario. El deportista ya no necesita las clásicas tablas de ejercicios impresas en papel. Ahora, puede tener en su smartphone una explicación completa y personalizada de su plan de trabajo, acompañada de una sección con respuestas a las dudas más frecuentes planteadas por otros usuarios. El uso de las aplicaciones no puede sustituir al personal especializado, sino que sirve para acercarlo más al cliente. Gracias a estos programas, el seguimiento del entrenamiento puede resultar más sencillo, ya que puede ser analizado y guiado incluso cuando el deportista está fuera de las instalaciones deportivas. Algunos gimnasios de bajo coste han sabido aprovecharse de estas funcionalidades para conseguir, a través de la innovación, que el producto ofertado no parta en situación de desventaja competitiva frente a la oferta de los gimnasios tradicionales. Las aplicaciones también pueden generar beneficios en la gestión de centros deportivos e instalaciones públicas, aunque la informatización de las Administraciones no avance al ritmo esperado. En poco tiempo, debe ser posible conocer la disponibilidad de cualquier pista deportiva, reservar su uso y pagar por ello con solo pulsar una vez la pantalla de un teléfono móvil. El desarrollo del sector público deportivo también debe servir para que el ciudadano pueda enterarse de cualquier actividad que se organice en su entorno mediante la simple notificación en su terminal, es decir, sin tener que molestarse en acceder a ningún portal de Internet.
-Aplicaciones para equipos y otras entidades deportivas: Los aficionados pueden estar todo el día conectados a sus equipos y competiciones preferidas gracias a las aplicaciones. Mediante estas herramientas se facilita que el seguidor esté informado de una forma proactiva. Además, con un buen manejo de los contenidos ofrecidos en las aplicaciones se puede dirigir mejor la comunicación de la entidad, generar un mayor tráfico en su página web principal, y aumentar su impacto en las redes sociales. El envío de mensajes de texto demasiado simples, o de correos electrónicos que no siempre se abren, para informar a socios y simpatizantes, es cada vez menos necesario. Con los avances actuales, los seguidores pueden estar al día de las últimas promociones o noticias, por ejemplo, mientras se dirigen al trabajo en un medio de transporte público. Las aplicaciones también aumentan el impacto de los anunciantes y generan nuevas posibilidades de acciones publicitarias, que pueden resultar más interesantes para los patrocinadores y, al mismo tiempo, más atractivas para los usuarios.
Consejos antes de encargar el desarrollo de una aplicación
Definir con qué utilidad se pretende satisfacer al usuario o consumidor:
El objetivo no es simplemente crear una aplicación propia, sino ofrecer un servicio que suponga un valor añadido, o que venga a reforzar otros servicios preexistentes.
Diseñar una imagen coherente:
El diseño y estilo de la aplicación deben coincidir con la identidad corporativa de la marca. Las discordancias en la imagen con respecto a la página web, o a la rotulación de un centro deportivo, pueden generar desconfianza en el usuario. Por otro lado, no parece lógico desarrollar una aplicación con los últimos avances si no se impulsa también, la renovación de otros espacios virtuales que representan la marca
Garantizar la accesibilidad y la comprensión de la aplicación:
Al poner en marcha una aplicación, es necesario asegurarse de que el usuario no va a tener ningún problema con la interfaz. Hay que partir de otras experiencias positivas de navegación, y probar la aplicación antes de su lanzamiento con personas de confianza que puedan formar parte del público objetivo.
Dejar la aplicación abierta a la integración de nuevas funcionalidades:
En ocasiones sucede que se contrata el desarrollo de una aplicación sin tener en cuenta que en el futuro se pueden plantear nuevas necesidades. Es muy difícil adelantarse a los progresos de este sector tecnológico y saber qué recursos van a ser demandados de forma generalizada. Para que esa situación no suponga un problema, se debe prever esa posibilidad, acordando con la empresa desarrolladora que las actualizaciones o modificaciones importantes estén incluidas en el precio del proyecto, o tengan un coste asequible, evitando cláusulas abusivas.
